Fin de semana mágico en un alojamiento encantador cerca de las pistas de esquí. La ubicación ofrece comodidad y un entorno natural de cuento, con unos pocos animales de granja amigables que nos dieron la bienvenida. La hospitalidad de los propietarios, Betty y Alain, fue excepcional, haciendo que nos sintiéramos como en casa. La casa MUY AMPLIA estaba impecable, equipada con todo lo necesario, desde una cocina completa hasta una hermosa chimenea. Una experiencia completa y relajante. ¡Definitivamente repetiremos pronto!