Vacaciones perfectas de principio a fin. Agradecer en primer lugar a los propietarios de la casa su comunicación fluida en todo momento y su excelente atención.
La casa era maravillosa, todo muy limpio y ordenado, además de estar super equipada, no falta nada, te sientes como en casa.
La piscina es espectacular, epicentro de la vivienda, y donde hemos echado maravillosos momentos en familia que no olvidaremos.
Las terrazas de la vivienda han sido el lugar perfecto para almuerzos y cenas con maravillosas vistas a la playa de Burriana y los acantilados de Maro.
Hasta de Garret, el señor que limpia la piscina, nos llevamos un bonito recuerdo, es una persona entrañable.
En definitiva, tal y como se puede leer en el título, han sido unas vacaciones perfectas.