Pasamos dos noches en mayo del 2013 con un niño de tres años.
La casa es perfecta para mi gusto y estĂĄ limpĂsima. Tanto la decoraciĂłn, los baños como la calidad de los muebles son de un estilo que a nosotros personalmente nos gusta mucho: funcional y minimalista. De hecho, elegimos el destino porque descubrimos la casa por internet y fue amor a primera vista. Tuvimos suerte con el tiempo asĂ que pudimos disfrutar de la terraza.
Viendo que el dueño de la casa, Jose, ofrecĂa visitas guiadas en el Parque y nosotros tenemos poco contacto con la naturaleza, decidimos reservar esta actividad con Ă©l y adentrarnos un poco en el mundo de los pĂĄjaros, que hasta ese momento desconocĂamos por completo. Barato no es pero es verdad que sin las explicaciones y conocimientos de JosĂ© y el excelente material del que dispusimos en la visita guiada, la visita al parque no hubiera sido igual.
TambiĂ©n disfrutamos de las zonas comunes. Si en uno de los sofĂĄs habĂa una pareja leyendo y a nosotros nos apetecĂa lo mismo, simplemente preguntĂĄbamos si podĂamos sentarnos con ellos. Las zonas comunes son eso, para todos. QuizĂĄ el hecho de hablar idiomas ayude. Y de esta forma conocimos a dos parejas con las intercambiamos impresiones de lo que habĂamos visto hasta el momento durante nuestro viaje.
El desayuno, de autoservicio, es correcto. Zumo, cafĂ©, leche, cacao, pan, bollerĂa industrial y mermelada. Hay una nevera bastante grande con congelador y la cocina estĂĄ bien equipada para que los huĂ©spedes puedan cocinar, algo que viajando con niños resulta muy prĂĄctico.
Y para rematar la buena experiencia, Jose se portĂł genial ya que despuĂ©s de dejar las llaves y tirar de la puerta, nos dimos cuenta de que nos habĂamos olvidado unas cosas de nuestro hijo y Jose nos las trajo hasta el hotel donde nos hospedĂĄbamos en CĂĄceres. ÂĄMuchĂsimas gracias de nuevo, Jose!
Nos ha encantado Extremadura en general y el Parque de MonfragĂŒe en particular. Y Casa Babel ha contribuĂdo sin duda a ello.