El ruido de los extractores de la cocina y del aseo, siempre en funcionamiento, hacen difícil dormir en el sofá cama del salón; y el ruido de los equipos de ventilación del restaurante de la planta baja hacen que no se pueda disfrutar de la terraza, que tiene unas vistas inmejorables. Por lo demás el apartamento es el típico de estación de esquí, de tamaño y equipamiento justo, aunque este está perfectamente situado, pudiéndose ir andando a todas partes.