La residencia Tamme fue una elección sólida para nuestra escapada familiar, Las dos habitaciones ofrecían mucho espacio, y la cocina tenía todo lo que necesitábamos para nuestra estadía, incluyendo un lavavajillas que facilitó la limpieza, Disfrutamos explorando atracciones cercanas como el muelle de Sellin y el Museo del Ámbar, ambos a solo un corto trayecto en coche, Aunque la decoración era un poco anticuada para nuestro gusto, el lugar estaba limpio y tenía todos los elementos esenciales, En general, un lugar práctico y cómodo para unas vacaciones