Eramos un grupo de dos parejas, y estuvimos en una cabaña de madera. La cabaña era estupenda y estaba muy bien amueblada. El entorno encantador, y allí había animales muy bonitos. Reyes, el propietario, muy amable y muy atento con todo lo que necesitábamos. De hecho, cuando llegamos necesitábamos un horno portátil y nos lo dio enseguida. Sin duda, un lugar ideal para pasar unos días. Si alguna vez volvemos, elegiremos ese sitio sin pensarlo.