Siempre que recuerdo nuestra estancia en esta casa de Formentera lo hago con una sonrisa y con nostalgia por los buenos momentos pasados. La casa está totalmente integrada en el paisaje de la isla; en una zona muy tranquila; tiene unas vistas privilegiadas con Ibiza, al fondo. Las fotos corresponden a cómo es la propiedad pero...una vez allí es todavía mejor !!. Estaba en perfecto estado; es moderna y muy funcional, pensada para disfrutar; cuenta con varias habitaciones (la de las literas, la preferida por mis hijos); en la cocina no falta detalle.... Preparar el café viendo el mar al fondo...qué mejor manera de empezar el día ?, . También tiene varios salones comunes (interior/ ext) así como una zona de chill-out, frente a la piscina. Desayuno en el comedor exterior, aperitivo en el chill-out, charlas interminables en el otro salón -viendo cómo los niños disfrutaban y no salían de la piscina-, ser testigo de impresionantes atardeceres......había días en que los niños no querían ir ni a la playa ni a ningún lugar, sólo disfrutar de la casa....los padres no insistíamos mucho.....("si quieren, nos quedamos") porque....realmente, estar allí es estar en un trocito del paraíso......!!