El encantador barrio del Bajo se sitúa a lo largo de la costa del Río de la Plata. Aquí, la naturaleza autóctona convive en armonía con acogedores cafés con sillas al sol, galerías de arte, salones de peluquería, museos, la Catedral de 1850 en la zona antigua y auténticas parrilladas argentinas, además de ser una zona de deportes acuáticos. Los domingos, la feria de antigüedades agrega un toque nostálgico al barrio con su ambiente bohemio.
La casa es amplia y luminosa, con grandes ventanales, el jardín es hermoso y las habitaciones son cómodas.
Vivir aquí se siente como estar de vacaciones en plena ciudad de Buenos Aires