Es una casa pequeña y agradable decorada con gusto en un entorno rural en el monte frente al mar con un acceso no demasiado fácil por la estrechez de la ruta desde la carretera y con una estrecha zona de aparcamiento entre casas que lo rodean. Esto no estaba indicado en la descripción. El patio trasero está un tanto deteriorado y con una estructura rara que no le hace muy aprovechable. La comunicación con quien lo gestiona fue limitada a mensajes. Hubo cuestiones que tuvimos que resolver por nuestra cuenta, como el cambio de sabanas, toallas, etc. en las 3 semanas que estuvimos pues no tuvimos información directa. Quizás faltan algunos medios y utensilios en la cocina (como cuchillos de cocina, pues solo había uno, pues los otros eran de mesa). Estuvimos bien pero la relación calidad/precio no está optimizada. Mucho ruido de algunos vecinos de los alrededores con obras y taladros y siendo indiscretos.