Agridulce experiencia. La casa es bonita y decorada con buen gusto. A priori, tiene todo lo que se necesita para unas buenas vacaciones. Pero no repetiríamos. Para empezar, la ubicación: si bien las vistas son envidiables, está en un lugar incómodo y de acceso difícil. No es práctico para salir de la casa en coche con asiduidad, es un “camino” tortuoso y mal asfaltado. Tampoco tiene recogida de basura, así que toca llenar el coche con ella y acercarla al pueblo por, insisto, un camino más que deficiente. Por otro lado, aunque la casa tiene 3 habitaciones, una de ellas es muy pequeña y, a mi parecer, bastante más incómoda que las otras dos, pero habrá a quien no le importe(a mí, que me tocó dormir en ella de las 3 parejas que íbamos, sí). El espacio exterior, eso sí, es estupendo, con una zona de barbacoa y piscina a la que no le falta nada. Los propietarios son agradables, prudentes y con buena disposición. Sin embargo, el sistema de aire acondicionado y agua caliente no funcionó durante gran parte de la estancia, con las consiguientes noches pasando calor y duchas frías que tuvimos que darnos. Hubo intento por su parte de arreglarlo (fueron con técnicos), pero no se solucionó. Las vacaciones son un privilegio, un gasto económico y, si el alojamiento no cumple con lo que publicita, se ha de ofrecer algo más que una disculpa.