Lo mejor, las vistas al mar desde la terraza con barbacoa.
Al estar en un acantilado, hay cuestas y escaleras en todas partes, así que se hace ejercicio! La cala es de piedras y pequeñita, pero se accede por una pasarela a otra un poco mayor con chiringuitos.
La casa, muy acogedora y con absolutamente todo lo necesario en la cocina, para la barbacoa... Es la casa rural mejor equipada en la que hemos estado.
Renata muy amable nos explicó dónde ir y qué hacer por los alrededores.