La estacia ha estado muy bien, la casa esta muy bien y el terreno es una pasada para ir con niños. Lo único a tener en cuenta que no tiene calefacción, hay muchas mantas, una cocina de leña y varios humificadores por si hiciera frio, pero calefacción como tal no.
Charo es un encanto y siempre atenta, nos fueron a buscar al pueblo y nos acompañaron a la casa donde nos esperaba una empanada y albariño riquisimo de su parte.
El pueblo de Rianxo muy tranquilo y con gente muy muy agradable.
Resumiendo, un viaje muy bueno. Recomendable 100%.