Un lugar fantástico en la maravillosa montaña oriental leonesa, con magníficos paisajes y, lo que es mejor, gente estupenda con la que pudimos compartir buenos momentos de conversación y sentir su amabilidad: Miguel, Cata, Tano...
La piscina y la laguna, ideales para refrescarse.
Destacar que muy cerquita está, en Taranilla, la fábrica y tienda de embutidos de Ana y Santi, una pasada! No dejéis de probarlos...
Nuestros hijos quedaron encantados con Carla y Mar.
Está muy bien ubicada para desplazarse a diferentes lugares: Picos de Europa, Montaña Palentina...
Muy bien equipada y cuidada.
Ojalá podamos volver...