Después de un viaje de casi 8 h. desde nuestra ciudad, el viaje MERECIÓ TOTALMENTE LA PENA. La casa está situada en un enclave perfecto para ser punto de partida de multitud de rutas diferentes: barrancos, rutas a pie, pozas, montañas y nieve...Mires donde mires hay una "foto". Volver al apartamento después de cada jornada es como volver a casa. La calefacción de suelo radiante, las camas calentitas y super cómodas, los ventanales por los que el sol te carga las pilas cada mañana disfrutando de un paisaje increíble...un lujo. Y un gran acierto tener un baño por cada una de las dos habitaciones del apartamento, ¡con ventana y vistas a la montaña! Pero lo mejor de todo es la amabilidad y simpatía de Javi, Rocío, Azahar y Saúl :) Nos explicaron multitud de rutas, siempre pendientes por si necesitábamos algo, pero dejándonos a nuestro aire. Muchas gracias por vuestra paciencia ;) Ha estado todo GENIAL. Volveremos con el resto de la familia...