Casa situada cerca de los lugares que hemos visitado, sobre todo de Burgos que en menos de 10 minutos se llegaba.
En relación de los muebles, restaurados por los mismos propietarios, así me lo comentaron. Nos recibió Eugenio, muy atento y guiándonos donde podríamos visitar.
Un pueblo muy tranquilo, sin ruidos, durmiendo plácidamente. Los del
pueblo, su actitud cordial. Dos bares donde poder tomar algo.
En cuanto al menaje de la casa, los cubiertos el número exacto de la capacidad que ofertan. Pondría cuchillos de sierra, pero como suele pasar en todas, hay uno o dos, con lo cual siempre llevo alguno.
Calefacción en toda la casa, el cuarto de baño un poco bastante pequeño pero suficiente. Hay wiffi, con Iphone no pude conectarme pero me vino de ensueño para descansar de los mensajes, correos etc. Con Android no hubo problemas al conectarse.
Cocina cómoda con tv y sirve de comedor por la mesa grande que posee.
En el salón dos sofás, uno de ellos, el blanco incómodo en el centro porque se hunde, personalmente no soy exigente, y por tres días se aguanta, hay otro que era sofá-cama,
La decoración es adorable, las maripositas dan un toque especial. Las camas bien, y no falta detalle. Particularmente pondría más toallas, éramos 4 y había dos de lavabo y dos de baño, siendo 3 días los que hemos estado. Aunque como me ha pasado en otras casas rurales, llevaba 4 de ducha de casa.
Desde luego que volvería de nuevo, de hecho, un grupo de amigas quedamos todos los años para juntarnos un fin de semana, y las voy a proponer ir a esta Casa Rural, porque es altamente aconsejable.
Felicidades por tener esta casa tan acojedora. Y muchas gracias por la atención en todo momento del propietario.